Los dueños de Súper Uno pidieron no ser declarados "personas no gratas"

Enviaron una nota al Concejo Deliberante de la ciudad planteando que el conflicto está en la Justicia y el Legislativo no debe intervenir. En la misiva sostienen que ellos han sido víctima de "vejaciones" y "tormentos". Argumentaron que la situación de crisis económica que vive el país los llevó a tomar la decisión de despedir a 59 trabajadores sin previo aviso ni pago de sueldos e indemnizaciones y que confían en que "dios" le de "pronta solución" a la situación
El pasado miércoles los concejales de Colonia Caroya recibieron una nota firmada por Raúl, Daniel y Analía D'Olivo, los tres propietarios y a la vez máximas autoridades de la empresa. 
En la misiva solicitan que el Legislativo no intervenga en el conflicto del que son protagonistas porque de esta manera profundizaría los "agravios" a los que ellos son sometidos. 
Recordemos que la firma dejó en la calle a 59 trabajadores sin previo aviso y no pagó los sueldos adeudados y mucho menos las indemnizaciones correspondientes. Ingresó en un concurso de acreedores y ahora la Justicia debe dirimir cómo continúa. 
Hace pocos días los obreros despedidos solicitaron la banca del ciudadano y pidieron que los dueños de la empresa sean declarados "personas no gratas" para la ciudad de Colonia Caroya. 
En la carta enviada por los titulares de Súper Uno manifiestan que están en la actividad desde 1903 "colaborando con la comunidad, generando trabajo y promoviendo el crecimiento económico". 
"Siempre dimos trabajo prefiriendo la comunidad" sigue la nota, que aclara que "jamás" se incumplió una obligación fiscal antes de la crisis que los llevó a la debacle. 



Especifican que la crisis económica y el contexto inflacionario son los responsables del estado en el que se encuentra la firma y que los llevó a la "durísima decisión de despedir a 59 trabajadores". Entre ellos, 12 personas vinculadas familiarmente a los propietarios. Se mantuvieron 24 puestos laborales hasta el momento. 
El escrito sostiene que el despido de los obreros fue "una situación inevitable y repentina para la empresa".
La cauda está en la Justicia a cargo de la Jueza Marcela Susana Antinucci y mientras eso se resuelva, según dice la nota, Súper Uno está imposibilitado legalmente para pagar a algún acreedor. 
En la nota de cuatro páginas a la que La Pluma tuvo acceso indica además que se dijo "irresponsablemente" que ellos estaban vendiendo mercadería ilegalmente cuando en realidad nunca hubo una prohibición de venta. Cada una se hizo cumpliendo todo lo que marca la Ley. 
"No hay ninguna duda de la gravedad de la situación y no hay ninguna duda de la preocupación y pesar que todo esto nos genera, no somos indiferentes a estos sucesos. Como empresarios, somos responsables de lo que decimos", continúa el extenso escrito. 
Dejan en claro que quieren resurgir con lo que queda de la firma y volver a ser lo que en algún momento fueron, según ellos mismos dicen, un "ícono de esta ciudad".

Incompetentes

"No es competencia de este Concejo Deliberante tomar parte en una declaración como la que se pide que a más de infundada, es improcedente y anticonstitucional", sentencia la nota que tienen en sus manos los concejales. 
Al respecto, en plena sesión donde se leyó la nota, la concejal Cecilia Migotti sostuvo que el Legislativo puede tomar la decisión política de declararlos personas no gratas dado que no es inconstitucional. "Además llamarnos a la reflexión en torno a lo que es la violencia porque creo que este ha sido un acto de mucha violencia lo que estos jefes han tenido para con todos los trabajadores, entonces que no vengan a decir en una nota que después lo que ellos hicieron salgan siendo unos pobres...", añadió la edil. 
"Tampoco veo en la nota que se dice, se rumorea que mucha gente ponía plata ahí y que eso funcionaba como una mesa de dinero, que no lo ponen ahí, hay muchas cosas que nosotros no sabemos cómo funcionaba", agregó el concejal Juan Pablo Prosdócimo. 
Por su parte, el concejal Mariano Oliva sostuvo que "roza lo indignante el argumento de que el despido de los trabajadores fue algo repentino, que no había otra opción que hacer"
A su vez el concejal radical Amilcar Ñañez expresó: "Me parece lamentable que nosotros tengamos que estar en el medio, no me hace ni mejor ni peor una declaración de personas no gratas, necesitamos que resuelvan el problema".

Víctimas

Por último, los dueños de Súper Uno expresan: "venimos sufriendo una serie de tormentos, vejaciones, insultos, descalificaciones, daños en lo personal y en lo material de un altísimo nivel de violencia". 
Cuentan que padecieron "raspajes en la pintura y pinchaduras en los rodados de los automóviles, roturas de vidrio, roturas de mobiliario, pintadas vejatorias en nuestros domicilios particulares, bloqueos ilegales, marchas, quemada de remeras, propalación por altoparlantes agresiva y violenta en nuestra contra, escrache permanente en las redes sociales, ataques a personas de la familia que nada tienen que ver con este conflicto... y un sinnúmero de ofensas que no reconocen antecedentes ni límites". 
El escrito considera que no es función del Concejo Deliberante la "profundización de los agravios". 

Dios los salve

Finalmente los dueños de Súper Uno advirtieron que tomarán las reservas del caso si la declaratoria de personas no gratas prospera, dado el "daño moral" que esto produciría en ellos, su familia y empresa. 
"Esperamos en Dios la pronta resolución de esta crisis", termina la nota que será analizada en comisión. 




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