La política del huevo kinder

En pleno año electoral los políticos juegan con la "sorpresa", cuando en realidad lo que la gente necesita son propuestas claras, ideas para resolver problemas y saber quiénes van a ser parte de esa solución que muchas veces le cambia la vida a la gente, para bien, o para mal.

Según la definición de diccionario, la "sorpresa" provoca una "alteración emocional causada por algo imprevisto o inesperado".
A nivel nacional todavía, a meses de las elecciones presidenciales no están definidos todos los candidatos y una de las principales exponentes elije seguir jugando a las escondidas con un supuesto electorado que le alcanzaría para enfrentar al oficialismo. Todo lo terminan de definir las encuestas, el marketing y el análisis de posibles consecuencias de un triunfo o derrota electoral.
Es que los políticos solo piensan a largo plazo cuando se trata de su propia conveniencia. Lejos están de preocuparse en serio por lo que le pasa la gente, tan simple y tan complejo como eso.
Lejos también han quedado aquellos que se convertían en kamikaze por sus representados, que peleaban por ideas que defendían hasta con su propia vida.
En la actualidad, entre una elección y otra se puede ver un desfile de tránsfugas que se cambian de una vereda a la otra sin ningún pudor y no dudan en abrazarse con quienes antes defenestraron con el objetivo claro de seguir pellizcando algo de poder, aunque sea un poquito. Me dan vergüenza ajena. 
A nivel provincial Juan Schiaretti anunció quién sería su compañero de formula como si fuera una especie de motivo de celebración. La gente está preocupada en cómo llegar a fin de mes muchachos. 
Pero de todas maneras es importante que como ciudadanos conozcamos quiénes serán nuestros representantes en los distintos poderes del Estado. No debería darnos lo mismo quién ocupa los cargos que son los que nos modifican la vida.
Pasa en el ámbito de Jesús María, donde muchas fuerzas políticas prefieren no develar quiénes conformarán la lista. Yo me pregunto a qué se debe tanto misterio. Imagino que cada candidato habrá elegido a quienes considere mejor para acompañarlo en el poder, que no implica sólo ocupar un lugar sino también formar parte de un proyecto y pensar en la comunidad.
Imagino, porque nunca participé del armado de una campaña política, que no estarán negociando nombres o puestos como una especie de conchabo hasta el filo de la fecha límite de presentación de listas.
Los ciudadanos de Jesús María se van a enterar -porque lo obliga la Ley- el 30 de abril quiénes forman parte de ese selecto grupo que podría tener obligaciones de Estado desde el 10 de diciembre de este año. Las elecciones son el 9 de junio. 
Hay que terminar con esta política del huevo kinder, donde la sorpresa parece un bien que cotiza en bolsa.
Aquella golosina que a muchos nos ilusionaba de niños, terminaba también en frustración cuando uno rompía el esbelto envoltorio, luego partía el caparazón de chocolate y finalmente llegaba a la sorpresa. 
A veces del interior de ese recipiente salían verdaderas piezas de colección, pero en la mayoría de los casos eran juguetes inútiles y aburridos, sin magia y mucho menos imaginación. 
Esperemos que alguna vez los políticos pongan a la gente en el centro de sus preocupaciones y dejen de figurar lo que no son sólo para ganar un voto, con espejismos que encandilan y engañan pero que si uno mira bien, terminan siendo falsos. 

Nicolás Luque.