La situación de los municipales es una bomba de tiempo

Jesús María. 
Hace ocho días de los trabajadores de Jesús María están de paro. El Ejecutivo hizo dos propuestas que fueron rechazadas. Los sueldos están por debajo del nivel de la pobreza y por el momento las negociaciones están empantanadas.



El miércoles pasado una asamblea sorpresiva de los trabajadores municipales de Jesús María derivó en un paro por tiempo indeterminado.
Desde el Ejecutivo manifestaron que ni siquiera pudieron comenzar una negociación antes de tener declarada la huelga. Pero hacía varios días que el Sindicato que representa a los obreros estaba emitiendo comunicados planteando la situación salarial de los empleados.
Aunque a principios de año obtuvieron un incremento salarial cercano al 28%, ese porcentaje es ínfimo si se tiene en cuenta el monto sobre el que se aplica. En la actualidad, casi 450 trabajadores del municipio ganan entre $8.330,65 y $19.940,46 -éstos últimos son los que tienen más años de servicio y mayor categoría-.
Esto representa a más de la mitad de la planta de personal de uno de los municipios más importantes de la provincia.
Por eso el reclamo se sustenta en un nivel salarial que está muy por debajo de la necesidad que tiene cualquier familia.
El argumento de las autoridades es atendible, teniendo en cuenta que también son tiempos difíciles para las arcas estatales, con una pérdida de ingresos por el ajuste de los gobiernos nacional y provincial cercano a los 20 millones de pesos.
Pero también es cierto que esta situación salarial de los trabajadores no es nueva y los distintos gobiernos que han pasado por el poder no sólo estuvieron lejos de resolver el problema, sino que lo agravaron. Dejaron más empleados y en peores condiciones laborales.
En los últimos años se hizo un esfuerzo para pasar a planta permanente a los agentes de mayor trayectoria, pero también esto fue insuficiente.
Actualmente el municipio se encuentra en una encrucijada histórica y tendrá que definir si sigue pagando salarios bajos o resuelve la situación con el costo político y financiero que eso implicaría.
Según el mapeo político realizado por la Universidad de Villa María, Jesús María tiene 670 empleados, es decir, uno cada 46 habitantes.
Si el problema no es resuelto de raíz, el conflicto quedará latente y más temprano que tarde el bolsillo y la necesidad impulsarán nuevamente la protesta, que puede ser desatinada, apresurada y hasta intransigente como plantearon desde el Ejecutivo, pero tiene un argumento justo.
En medio de toda esta situación que mantiene en vilo a la ciudad, están los vecinos.

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