Mario Luna contó cómo se gestó La Falda Rock

En una extensa entrevista, el organizador de aquel legendario hito en la historia de la música nacional, Mario Luna, nos relató detalles de cómo se gestó la idea desde su programa radial “Alternativa”. Su charla con Spinetta, la previa con recitales multitudinarios y lo que pasó aquel 21 de febrero de 1976 en Cosquín, a días del golpe de Estado

El Festival de Argentino de Música Contemporánea tuvo su primera semilla en un recital del Trío de Litto Nebbia en 1973, organizado por Mario Luna, en el Córdoba Sport Club. Fue una enorme cantidad de gente y eso dio pie para que en el ’74 Aquelarre explotara Atenas y al año siguiente, en el mismo estadio, Invisible presentara “Durazno Sangrando”.

Después de aquella noche, Luna se quedó cenando y charlando con Luis Alberto Spinetta hasta las 5 de la mañana en la famosa Cuba de Oro, un lugar ubicado en el centro de Córdoba Capital.

El locutor siempre fue un militante de la música progresiva y así se hizo fuerte en la radiofonía cordobesa, pasando las canciones que no pertenecían al espectro “comercial” y eran ignoradas por las discográficas.

Así se generó un movimiento que fue creciendo en forma impresionante hasta que Néstor Astarita, que formaba parte del Trío de Litto Nebbia, aterrizó un día en Córdoba y se subió a un taxi que justamente estaba escuchando “Alternativa”.

Enloquecido al oír su música en la radio, le pidió al tachero que lo llevara hasta la emisora y se presentó en persona ante Mario Luna.

“No lo podía creer”, exclamó nuestro entrevistado, que recuerda aquellos días con una nostalgia casi inalcanzable.

Ese fue el puntapié inicial para que luego conociera a Litto Nebbia y otros músicos como Emilio del Guercio y así se fue conectando con todos los que formaron parte de los pilares del Rock Nacional. Una generación de talento puro.

Haceme la gamba

Volviendo a aquella noche en la Cuba de Oro, nos encontramos con un Flaco Spinetta que, muy entusiasmado, le pidió a Luna que le hiciera la “gamba” para poder tocar en el Festival de Folklore de Cosquín.

“Nos van a masacrar, un grupo de rock en un momento de reinado de la Triple A”, fue la respuesta del locutor, que ya estaba pensando en organizar el primer Festival de Música Contemporánea en la Plaza Próspero Molina, pero en una fecha separada de la edición folklore.

En ese momento, con un gobierno amenazado por los militares y el despliegue nefasto de aquella organización dominada por José “El Brujo” López Rega, muchos folkloristas que tenían una ideología de izquierda se fueron del país, amenazados seriamente por los mensajes que emitían a través de su arte.

Fue así como, ante la baja en la cantidad de público, Mario Luna logró organizar el Festival que se hizo el 21 de febrero de 1976, cuando faltaba un mes para el golpe de Estado más terrible que haya padecido la Argentina.

En el medio, toda la comisión directiva del Festival de folklore renunció, no admitían que trajeran al escenario Atahualpa Yupanqui a todos esos “faloperos”.

Pero a pesar de todo esto, estuvieron: Litto Nebbia Trío, Raúl Porcheto, León Gieco, Crucis, Alma y Vida, el grupo Alas, Exégesis, Éxtasis, Claridad Natalia y otros grupos locales. El cierre tuvo como broche de oro a Charly García, que no tenía banda y tocó en una zapada junto al resto de los músicos que actuaron esa noche. 

Más de seis mil personas inundaron la Plaza aquella inolvidable noche, donde lamentablemente no pudo estar Spinetta, que había comprometido su presencia. El organizador del evento había viajado a Buenos Aires para buscarlo, pero los porteños lo miraron de reojo y ni siquiera pudo hablar con El Flaco.

Luna cuenta que en Cosquín se terminó de armar “La Máquina de Hacer Pájaros”, dado que Charly encontró a otro gigante de nuestra música, como el gitarrista Gustavo Bazterrica.

La Falda

Pasaron cuatro años para que el Festival tuviera su continuidad en el Anfiteatro de La Falda, ciudad elegida por Mario Luna porque tenía el estadio.

Quizá, afirmó, si se hubiese “avivado” de que Jesús María contaba con una estructura incluso mejor, aquel emblemático hito del Rock Nacional hubiese estado en el Norte provincial.

En aquella edición, que se dio entre los días 9 y 10 de febrero de 1980, estuvieron, entre otros: León Gieco, Vox Dei, Serú Girán, Nito Mestre y Los Desconocidos de Siempre, Mousse, Fauno, etc.

Mario admitió que en ese momento fue una especie de “kamikaze”. “Yo no sé cómo organicé eso”, expresó con una sonrisa.

No tenía sponsors e incluso los hoteles de la zona se negaban a recibir a los músicos, en un momento en que el Rock era una especie de mala palabra. De hecho, uno de los únicos lugares que acogían a los artistas era el Hotel Edén, donde el organizador pasó, en una oportunidad, una semana entera con Charly García y Willy Iturri. Aseguran que esa fue la cocina de “Yendo de la Cama al Living”.

“La Falda Rock”, como sería conocido popularmente, generó un movimiento social nunca antes visto en la Argentina, y fue un lugar consagratorio para muchos músicos que estaban iniciando su carrera en la música nacional.

Aunque hubo intentos por reflotar aquella especie de quimera, vuelta realidad por un grupo de alocados emprendedores, como dice esa vieja canción de Fito Páez, “nunca nada se repite como la primera vez”.

El Festival de La Falda se hizo durante ocho ediciones y después, el contexto fue cambiando y dejó de hacerse, pero quedó allí una semilla que luego seguiría floreciendo por siempre, en otros festivales como el Chateau Rock o el mismo Cosquín Rock, además de otros espacios similares en el resto del país.

 

Fuentes

Propia

La Voz del Interior

Blog: lafaldaentiemposderock.blogspot.com

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18-10-20