Como comunicador en este día tan especial quiero homenajear a los “dateros”


Día del Periodista. Quienes elegimos esta profesión no tenemos ni la menor idea de qué nos espera. Cuando vamos transitando los lugares por donde nos lleva sabemos que cada día es una aventura. Algunos mejores que otros. Pero lo que entendemos sólo transitando las calles, es que no seríamos nada sin todos aquellos que aportan un dato, una pista, una información, un nombre, un teléfono, algo que nos guíe en la búsqueda de lo que queremos.


Cuando comencé a estudiar periodismo me imaginaba trabajando en La Voz del Interior, quizá porque era el diario más importante y porque siempre me imaginé escribiendo. Los años me harían cambiar de opinión y de perspectivas.

Entendí que ser un “periodista local”, como muchos dicen hasta despectivamente, era lo que llenaba mis inquietudes de hacer algo con la realidad. Tal vez no podemos cambiarla, pero podemos visibilizar hechos que empujan modificaciones.

A lo largo de los años, que yo la verdad no sé cuántos son, pero seguro unos 15 al menos, uno empieza a perfilar su personalidad en los medios. Yo pasé por muchas instancias y siempre se aprende, sobre todo de los errores.

Pero en cada uno de esos segmentos de mi carrera fui encontrando gente que siempre estuvo dispuesta a colaborar desinteresadamente. Tal vez porque les inspiré confianza o tal vez simplemente porque me usaron como herramienta para sus propios fines, como también pasó muchas veces. Pero el pez por la boca muere.

Lo cierto es que quiero en este humilde texto que escribo en el Día del Periodista reconocer a los “dateros”, esos que te hacen llegar una frase que cambia todo lo que tenías previsto en el día.
Cuando arranqué como movilero los iba cruzando en las calles, te paraban y te decían: “viste que…”, y ahí arrancaba todo. Una historia, una nota, una campaña solidaria, todo. Sin esa persona, todo lo que venía después no hubiese existido. Ahora te lo mandan por WhatsApp.

Muchos de los y las que me ayudaron saben quiénes son, algunos siguen colaborando hasta hoy y otros ya no están, pero se sumaron nuevos.

Por eso quiero valorarlos, agradecerles al menos desde el anonimato que ellos prefieren sostener y decirles que siempre me han ayudado a hacer bien mi trabajo. Todos son importantes en esta aventura que sigo viviendo cada mañana al despertarme sin saber qué voy a decir en el informativo que ahora conduzco en televisión.

Esa adrenalina es un impulso para seguir adelante y tener como objetivo informar bien desde el lugar que nos toque.

Pasé por muchas radios, por un diario, por la tele y ahora también se añadió la web, y en cada uno de esos medios aprendí cosas, en cada espacio dejé muchas cosas. No me arrepiento de casi nada, pero sí reconozco los errores que cometí. En algunos casos herí a gente que quiero y siempre pedí disculpas por eso, porque también allí está la grandeza, en reconocer que somos falibles, que somos eternos aprendices, que siempre hay alguien que puede ayudarnos y que a cada paso tenemos que saber que necesitamos del otro. De eso se trata, de seguir dando lo mejor pero tener en claro que para eso tenemos que escuchar, algo que lamentablemente no es tan común en el periodismo actual, más ávido de reconocimiento que de empatía.

Para todos los dateros, para todos los que siempre están atentos y nos colaboran permanentemente, un “gracias” enorme, yo no sería nada sin ellos y ellas.

Feliz Día del Comunicador. 

07-06-20

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clausuran desarmadero en Colonia Caroya y secuestran más de mil autos