Los concursos de belleza son discriminatorios y cosificantes

Opinión. 

En las últimas horas Colonia Caroya ha dado un paso vanguardista al modificar el reglamento que regula la elección de las reinas en la ciudad. Esto va de la mano con una tendencia a nivel nacional que incluso incorporó la posibilidad de que las personas trans puedan participar de estos certámenes. Pero hay incluso proyectos que apuntan a desterrar la "monarquía" de este tipo de concursos y elegir "representantes" en lugar de reinas, princesas o 'miss'. 



Para muchos defensores de este tipo de anacrónicos certámenes de belleza, donde incluso se establecen restricciones de altura, medidas y hasta de estado civil para poder participar, no se trata de un acto de discriminación alguno.
En la provincia de Mendoza, donde se elige a la reina Nacional de la Vendimia, se aprobó un importante cambio en el reglamento oficial, permitiendo que las personas trans puedan sumarse entre las inscriptas, valorando la sexualidad autopercibida por cada cuidadano/a. 
El texto elimina el máximo de edad, el mínimo de estatura y habilita a que cualquier persona que tenga identidad femenina reconocida en su DNI pueda presentarse a una elección distrital.
Este proyecto, que comenzará a regir a partir de este año establece además que si la Reina o la virreina distrital y provincial durante su mandato "se casaran o estuvieren embarazadas, podrán continuar en sus cargos con la plena vigencia de sus derechos y deberes, con la sola limitación de su plena disponibilidad psicofísica y social para desempeñar el cargo". 
Por otra parte, la Diputada Gloria Bidegain (FpV) impulsó un proyecto para modificar los certámenes o concursos de belleza a nivel país, aunque hasta el momento no prosperó. 
El proyecto establecía que "no es condicionante para inscribirse en los concursos objeto de la presente Ley, el estado civil o estado de embarazo de las personas postulantes".
Esto surgió a partir de varios hechos atroces que se dieron en distintas localidades de la Argentina, donde muchas soberanas o postulantes fueron discriminadas por el hecho de haber ejercido su derecho humano de la maternidad. 
El caso más resonante fue el de Yamila Estefanía Escudero, que con 18 años fue elegida Reina de la Vendimia en 2013 y la destronaron por haber quedado embarazada. El reglamento también establecía que la soberana no podía casarse durante el periodo que durase su mandato. 
Para esto Bidegain se basó en varias leyes nacionales y tratados internacionales firmados por la República Argentina. 
Cita al Protocolo Facultativo de la Convención sobre Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Ley 26.171); la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Ley 26.485); la Ley de Identidad de Género (Ley 26.743) y la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley 26.618); la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable (Ley 25.673); la Ley de Anticoncepción Quirúrgica ( Ley 26.130); la Ley de Prevención y Sanción de Trata de Personas y Asistencia a las Víctimas (Ley 26.364) y la incorporación de la figura del femicidio en el Código Penal (Ley 26.791), entre otras normas.
Claro que se debe respetar la raigambre cultural y tradicional que este tipo de concurso de belleza tiene para muchas comunidades en el país. 
Lo cierto es que la elección de la Reina de los Corsos y de la Reina Provincial de la Vendimia de Colonia Caroya se llevará a cabo como desde hace tantos años, aunque esta vez con un cambio importante en su reglamento, que intenta adecuarse a la nueva realidad social. 
El gran avance y la conquista de derechos fundamentales en los últimos años, a veces hace parecer como fuera de tiempo las costumbres de muchos pueblos que insisten en nutrirse de la nostalgia del pasado, sin mirar hacia adelante. 
En mi opinión, los concursos de belleza deberían desterrarse de una vez y para siempre, porque no son más que una cosificación de la mujer, sin contar que promueven la competitividad y la diferenciación entre aquellas jóvenes que pueden participar por "lindas" y las demás, que jamás podrían subirse a la pasarela por "feas". 
Este horroroso y repudiable mensaje es el que dan los ya vetustos concursos de belleza. 
A un pueblo lo representa su identidad, su gente, su carácter de lucha y compromiso con la comunidad, no una joven que muchas veces debe hacer un esfuerzo para adecuarse a los estándares exigidos por un grupo de "notables" entre cuatro paredes y a puertas cerradas. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Clausuran desarmadero en Colonia Caroya y secuestran más de mil autos